viernes, diciembre 23, 2011

Filología

Eres el poema indescifrable
oscuro como tus ojos.
Puedo leerte,
pero estás en otro idioma
y no te reconozco.

Te miro, busco
alguna palabra.
Una llave que abra
la puerta de tu diccionario.
Quiero romper el código,
descifrarte, aprenderte
de memoria, recitarte
en las horas vacías,
hacerte mío.

sábado, diciembre 17, 2011

La casa

En mi casa no hay
cuadros del abuelo
ni fotos en blanco y negro
ni ajuares heredados
de la tía que emigró a Venezuela.

En mi casa no hay
libros de páginas amarillas
ni relojes de plata
tampoco crucifijos de madera.

¿Quién puede vivir
en una casa vacía,
en una casa donde solo se oye
un ruido de goteras?

miércoles, diciembre 14, 2011

En el espejo

Sombras de pájaros revolotean
en los ojos
cuando la incertidumbre se asoma
a las pestañas
y bajo las sombras el miedo
se agarra a la mirada.

En los párpados un temblor
como de alas.
Y en los huesos desnudos,
el frío,
y los picotazos.

lunes, diciembre 12, 2011

Haikus



Estas estrellas
en el cielo, no me dicen
dónde está el norte.


***

En la noche
qué fría es la arena
del desierto

sábado, diciembre 10, 2011

Un deseo

Un día te entran deseos
de ser pájaro. De saber,
por instinto, a dónde ir
todos los inviernos.
Deseos de dejar de buscar
un camino que no existe,
de dejar de buscar una estrella
en la noche que te mira
fijamente.

lunes, diciembre 05, 2011

Mal y con retraso

Yo quería escribirte palabras
grabarte en un poema,
sacar de las palabras
tu figura, la imagen perfecta
de tu cuerpo
eterno.

Y sin embargo






Yo quería esquivar el olvido,
dejarlo abandonado bajo el reloj.
Pero llegó,
y lo que dejé fue tu recuerdo,
en el cajón,
con los papeles en blanco.

Me rendí entonces
y te recuerdo ahora,
en las tardes de noviembre
entre el humo del tabaco
y las vueltas al café con la cuchara.
Hueles a sombra, eres
un recuerdo amargo y gris
antes del invierno.

Yo no quería escribirte esto.

domingo, noviembre 27, 2011

Vistiendo soledad...

Vistiendo soledad
me enfrento a ti
al incendio en tus ojos
a la tormenta en tu boca.
Bajo tu mirada
mi cuerpo es humo
y mi alma cae
en cenizas grises a tus pies.
No soples, no disperses
lo que queda de mí,
guarda las nubes
tras tus labios.