La poesía de Bhaskar Chakrabarty (1943-2003) es sinónimo de la romántica melancolía de Calcuta - un alienante aislamiento que sufren tanto los jóvenes como los más mayores, inevitable, un estado de hermosa tristeza, prisión de la que quizá exista una salida, una que lleva, sin embargo, únicamente a un mundo sin poesía. Toda una generación de poetas residentes en Calcuta durante los años 60 y 70 escribieron como él, pero ningún otro fue capaz de dominar la rasa karuna (el sentimiento de la tristeza), la soledad urbana y el desconsuelo sinuoso como Bhaskar. En sus lúcidos poemas en prosa hay un sutil sentimentalismo que reconoce una importante dimensión de la modernidad urbana oriental, que a pesar de ser innata, suele disgustar a la crítica occidental. Desde su viaje Cuando vendrá el invierno, Suparna (Shitkal Kobe Aashbe, Suparna, 1971), su primer libro de poemas, Bhaskar Chakraborty llamó inmediatamente la atención, a menudo celebrado como uno de los mejores poetas de la ciudad. Solitario por naturaleza, se mantuvo apartado, evitando convertirse en el centro de atención durante toda su vida. Bhaskar escribió ocho poemarios y apenas se aventuró en la prosa. Murió de cáncer de pulmón en 2003.
কে যেন বলল : তুমি রাজধানী ছেড়ে একা সহসাই বার্সিলোনা গেছ।
'বার্সিলোনা' এ- শব্দটা শুনলেই পিয়ানোর শব্দ মনে পরে।
কে বজায় ? শোনে কে বা ? এ নিঃসঙ্গতায়
মায়াবী সোনালী রোদ, রোদ - চশমা,
একা ফুটপাথে তুমি হেঁটে যাচ্ছ, আমিও হাঁটছি একটু পেছনে - পেছনে
ভাস্কর চক্রবর্তী
Alguien dijo: te marchaste a Barcelona sola, sin avisar.
"Barcelona". Esta palabra me recuerda al sonido de un piano.
¿Quién lo toca? ¿Y quién escucha? En esta soledad,
un sol dorado deslumbrante, reflejos en las gafas,
tú caminas sola por la acera, y un poco más atrás
yo también estoy caminando.
Bhaskar Chakraborty