Atreverse a dejarse entrever entre versos / Desvelarse para desvelar los desvelos / Deslumbrar para asombrar sin sombras y alumbrar sin luces
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martes, noviembre 11, 2014
La Línea
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De creación,
experimento,
Música
sábado, julio 19, 2014
Habitación
La habitación era irregular, como dibujada a mano alzada por un crío de tres años y medio. El techo se inclinaba hacia la ventana, y por todo ello resultaba aún más acogedora. Con carácter.
La escasa decoración era suficiente para hacerse una idea de su habitante. Las paredes eran de gotelé azul. Una de ellas estaba medio cubierta de dibujos coloreados a lápiz y acuarela, mapas de distintos países, y frases incompletas. Unas cortinas de un azul profundo, nocturno, flanqueaban la ventana. Bajo ella, la cama y el escritorio, sobre el que campaba un revoltijo de papelorios y bolígrafos.
En la habitación había una pequeña silla. Me senté en ella, dudando si sería correcto o no sentarme en la cama, que parecía bastante más cómoda que la silla. El respaldo era alto y, como el asiento, de tela acolchada. Los reposabrazos eran un poco bajos para mí, y mis piernas eran un poco largas para la silla. Pero era sorprendentemente cómoda. Me arrebujé un poco en el asiento, tratando de encontrar la mejor postura. El respaldo se adaptaba a mi espalda a la perfección, y me apoyé en él, relajado.
No se oía nada en aquella habitación. Era extraño. Antes de entrar, había habido tanto ruido, tanto barullo en los pasillos, en el viejo ascensor con su puerta de hierro, en la calle antes de entrar, un tráfico terrible de gente y coches de esos de hora punta en lunes cuando todo el mundo va con prisas porque todo el mundo va con retraso. Pero desde que había entrado allí, sólo había silencio. Ni un murmullo. Ni una respiración. Era un silencio profundo. Como el azul de las cortinas.
Las sábanas también son azules, pensé. Quizá sus ojos también fueran azules. No podía recordarlo con exactitud. Todos los colores se habían esfumado de mi lengua. Sólo podía pensar en que no podía pensar en aquel silencio azul.
Entonces, me vine.
La escasa decoración era suficiente para hacerse una idea de su habitante. Las paredes eran de gotelé azul. Una de ellas estaba medio cubierta de dibujos coloreados a lápiz y acuarela, mapas de distintos países, y frases incompletas. Unas cortinas de un azul profundo, nocturno, flanqueaban la ventana. Bajo ella, la cama y el escritorio, sobre el que campaba un revoltijo de papelorios y bolígrafos.
En la habitación había una pequeña silla. Me senté en ella, dudando si sería correcto o no sentarme en la cama, que parecía bastante más cómoda que la silla. El respaldo era alto y, como el asiento, de tela acolchada. Los reposabrazos eran un poco bajos para mí, y mis piernas eran un poco largas para la silla. Pero era sorprendentemente cómoda. Me arrebujé un poco en el asiento, tratando de encontrar la mejor postura. El respaldo se adaptaba a mi espalda a la perfección, y me apoyé en él, relajado.
No se oía nada en aquella habitación. Era extraño. Antes de entrar, había habido tanto ruido, tanto barullo en los pasillos, en el viejo ascensor con su puerta de hierro, en la calle antes de entrar, un tráfico terrible de gente y coches de esos de hora punta en lunes cuando todo el mundo va con prisas porque todo el mundo va con retraso. Pero desde que había entrado allí, sólo había silencio. Ni un murmullo. Ni una respiración. Era un silencio profundo. Como el azul de las cortinas.
Las sábanas también son azules, pensé. Quizá sus ojos también fueran azules. No podía recordarlo con exactitud. Todos los colores se habían esfumado de mi lengua. Sólo podía pensar en que no podía pensar en aquel silencio azul.
Entonces, me vine.
lunes, junio 16, 2014
Etno(mo)logía
Abejitas y abejorros
en este viejo enjambre
se ajetrean sin trajes
y zumban sin voz;
alados, nunca vuelan.
En cambio, se pasean, se posan, picotean,
apenas pelean, reposan, y repiten.
Puntualmente cada semana
un puñado silencioso
se suicida.
La abeja reina, ajena
a la muerte de sus súbditos,
jalea eslóganes de miel,
atrayendo a otras moscas
- e incluso cucarachas.
En este viejo enjambre
colmado de panales en ruinas,
con celdas enrejadas, mazmorras
sin luz,
decenas de abejas se suicidan cada semana,
y nadie les enciende siquiera unas velas.
2.36pm Metro: suicide wagon - Same train, twin tragedies
http://www.telegraphindia.com/1140617/jsp/calcutta/story_18519068.jsp#.U5_KfFR_suo
sábado, marzo 01, 2014
Viendo a un poeta mirarse al espejo
Busca en su rostro signos de poesía
observándose en todos los espejos
a la caza de algún poético estigma
quizá en forma de lira o soneto
que le diferencie y le distinga
de entre los prosaicos y analfabetos.
Sin encontrar qué hace de él un poeta
se mira con ojos ya acristalados
empieza a dudar, acaso no lo sea,
acaso es un jardinero o soldado,
o realmente es un profesor de escuela
rural donde intenta enseñar inglés
a niños de diez o catorce años
que no acuden limpiamente uniformados para aprender
sino para comer.
observándose en todos los espejos
a la caza de algún poético estigma
quizá en forma de lira o soneto
que le diferencie y le distinga
de entre los prosaicos y analfabetos.
Sin encontrar qué hace de él un poeta
se mira con ojos ya acristalados
empieza a dudar, acaso no lo sea,
acaso es un jardinero o soldado,
o realmente es un profesor de escuela
rural donde intenta enseñar inglés
a niños de diez o catorce años
que no acuden limpiamente uniformados para aprender
sino para comer.
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De creación,
experimento,
Métrica
martes, diciembre 03, 2013
Rayo
rayo tajante
resonante
esencia escindida
encendida incendiada
abrasada
ennegrecida
de lo que el rayo partió
de lo que ardió
queda
médula espinosa encogida en sí misma
corteza leñosa vuelta hacia fuera
en el medio solo aire
quizá humo.
resonante
esencia escindida
encendida incendiada
abrasada
ennegrecida
de lo que el rayo partió
de lo que ardió
queda
médula espinosa encogida en sí misma
corteza leñosa vuelta hacia fuera
en el medio solo aire
quizá humo.
martes, noviembre 26, 2013
Kyoto
Templos de tejados negros
guardan a Budas descalzos
de la lluvia.
Estrellas enrojecidas
colgadas de los árboles
el nuevo cielo.
El olor a té tostado
calienta los corazones
blanqueados.
Las flores que fueron blancas
se sonrosan y se lanzan
a nadar.
De las tacitas de té
brota una nueva vida
color verde.
guardan a Budas descalzos
de la lluvia.
Estrellas enrojecidas
colgadas de los árboles
el nuevo cielo.
El olor a té tostado
calienta los corazones
blanqueados.
Las flores que fueron blancas
se sonrosan y se lanzan
a nadar.
De las tacitas de té
brota una nueva vida
color verde.
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De creación,
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Podría ser un haiku
martes, noviembre 05, 2013
Todo es otra cosa
El árbol no es el árbol.
La lluvia no es la lluvia.
El mar no es el mar.
El árbol es el bosque, la fruta, el pájaro, la sombra, la casa, el fuego.
La lluvia es el árbol, el río, los charcos, la cosecha, el fin de la sed, el arco iris.
El mar es la lluvia, el barco, la sal, las olas, el viento, la arena.
El bosque no es el bosque,
es la fauna, la fantasía, el claro.
La fruta no es la fruta,
es el aroma, la mañana, la flor.
El pájaro no es el pájaro,
es el vuelo, la pluma, el nido.
La sombra no es la sombra,
es la noche, el alma, la luz.
La casa no es la casa,
es el hogar, la nostalgia, el extranjero.
El fuego no es el fuego,
es el incendio, el humo, el frío.
El río no es el río,
es la corriente, la vida, la orilla.
Los charcos no son los charcos,
son el chapoteo, el instante, lo seco.
La cosecha no es la cosecha,
es la despensa, el ritual, el hambre.
El fin de la sed no es el fin de la sed,
es la calma, la frescura, la sed.
El arco iris no es el arco iris,
es el sol, la ilusión, la ausencia de color.
El barco no es el barco,
es el viaje, el puerto, el naufragio.
La sal no es la sal,
es el sabor, la pureza, la dulzura.
Las olas no son las olas,
son el tsunami, la música, las rocas.
El viento no es el viento,
es el huracán, la libertad, la quietud.
La arena no es la arena,
es el desierto, el tiempo, el agua.
La lluvia no es la lluvia.
El mar no es el mar.
El árbol es el bosque, la fruta, el pájaro, la sombra, la casa, el fuego.
La lluvia es el árbol, el río, los charcos, la cosecha, el fin de la sed, el arco iris.
El mar es la lluvia, el barco, la sal, las olas, el viento, la arena.
El bosque no es el bosque,
es la fauna, la fantasía, el claro.
La fruta no es la fruta,
es el aroma, la mañana, la flor.
El pájaro no es el pájaro,
es el vuelo, la pluma, el nido.
La sombra no es la sombra,
es la noche, el alma, la luz.
La casa no es la casa,
es el hogar, la nostalgia, el extranjero.
El fuego no es el fuego,
es el incendio, el humo, el frío.
El río no es el río,
es la corriente, la vida, la orilla.
Los charcos no son los charcos,
son el chapoteo, el instante, lo seco.
La cosecha no es la cosecha,
es la despensa, el ritual, el hambre.
El fin de la sed no es el fin de la sed,
es la calma, la frescura, la sed.
El arco iris no es el arco iris,
es el sol, la ilusión, la ausencia de color.
El barco no es el barco,
es el viaje, el puerto, el naufragio.
La sal no es la sal,
es el sabor, la pureza, la dulzura.
Las olas no son las olas,
son el tsunami, la música, las rocas.
El viento no es el viento,
es el huracán, la libertad, la quietud.
La arena no es la arena,
es el desierto, el tiempo, el agua.
martes, septiembre 24, 2013
Diálogo
jueves, agosto 29, 2013
Desacierto
Te desoigo, me desdices
Me desquito, te desmientes
Te desolo, me desvelas.
Me desasosiego, te desentiendes
Te desagrado, me descolocas
Me desdibujo, te descorazonas.
Desencantados,
nos descubrimos desamándonos.
Y nos despedimos.
Me desquito, te desmientes
Te desolo, me desvelas.
Me desasosiego, te desentiendes
Te desagrado, me descolocas
Me desdibujo, te descorazonas.
Desencantados,
nos descubrimos desamándonos.
Y nos despedimos.
domingo, julio 28, 2013
En diminutivo
Las palabrejas se quedan tras las rejas de los ventanucos de las casuchas de las callejuelas
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De creación,
experimento,
Instante
domingo, marzo 24, 2013
Reality
Reality.
That thing we call real -
meaning infernal noise,
sweltering heat, black fumes,
ticking clocks,
smell of rotten food -
is knocking at our door
at the world we have created
between our hands.
It knocks, knocks, knocks,
it wants in
wants to kill.
That thing we call real -
meaning infernal noise,
sweltering heat, black fumes,
ticking clocks,
smell of rotten food -
is knocking at our door
at the world we have created
between our hands.
It knocks, knocks, knocks,
it wants in
wants to kill.
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experimento
lunes, julio 23, 2012
Equilibrio
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De creación,
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Podría ser un haiku
sábado, junio 02, 2012
En japonés
望んでいた言葉が来た
私が聞きたくない時に。
(nozondeita kotoba ga kita
watashi ga kikitakunai tokini)
(Las palabras que esperaba han llegado
cuando no quiero escucharlas.)
私が聞きたくない時に。
(nozondeita kotoba ga kita
watashi ga kikitakunai tokini)
(Las palabras que esperaba han llegado
cuando no quiero escucharlas.)
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experimento
sábado, mayo 05, 2012
Noviembre
Viene el invierno.
Reflejo de la luna
en mi pelo.
toc toc
Te abro la puerta.
Un amanecer claro
en el cielo.
Tus manos traen
recuerdos del verano:
melocotones.
Yo quiero morderlos.

en mi pelo.
toc toc
Te abro la puerta.
Un amanecer claro
en el cielo.
Tus manos traen
recuerdos del verano:
melocotones.
Yo quiero morderlos.
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