Para ser eterna moriré joven
a la edad de la leyenda –los 27.
Mi cadáver será el más feliz que
jamás hayas visto, como una reina
descansaré.
Me envidiarás, tú
que has cumplido ya los 30
mientras tu primera arruga te apuñala
en el espejo. Yo seré leyenda,
pero tú serás pagador de hipotecas,
sustentador de 20 jubilados con tu sueldo,
poseedor de una figura perfecta:
la dieta de cuenta corriente es milagrosa.
Luego yo seré mito, pero tú
estarás en tu cuarta flor de la vida,
y la quinta y la sexta; mientras yo soy eterna
tú serás curandero experto en potingues.
Yo seré finalmente olvidada,
pero tú no-serás,
yo muerta pero tú invisible,
yo silenciosa pero tú no oído,
yo polvo y tú…
¿Qué será de ti entonces?
8 comentarios:
hiriente, jodidamente hiriente... si eso pretendías, lo has conseguido. No me pidas que tediga qué es mejorable, yo no se de estos temas, y aun sabiendo no sabríaque decir, prefiero quedarmecon lossentimientos a reflexionar sobre temas que no comprendo. Bye!
A ratos es muy gracioso.
me encanta. Y sí, estoy de acuerdo, hiriente. Aún viéndolo todavía un poquito lejos (solo un poquito :p) yo, que desde muy pequeñita ya observaba con angustia el implacable devenir del tiempo, siento incluso sensación de asfixia leyendo estas líneas.
DEnasiado tiempo en blanco por aquí... espero que no suceda nada malo, aunque en ocasiones pienso que lo malo es escribir ¿quién escribe cuando se está divirtiendo?
El poema me pareció magnífico, tal vez me sobre el verso final.
Un saludo.
La enfermedad y la muerte siempre acechan. Y la vida es dura e injusta. Asi que ayudemos a los demas en lo que podamos, no suframos por tonterias y seremos felices, mientras nos quede tiempo.
jajajaja esta chica perder el tiempo no lo pierde, no...
se te echa de menos "desgraciá"
ya volverás a escribir, ya...
un beso pa cuando vuelvas a casa!
Querida Dopelganger,
simplemente felicitarte por las citas, las inquietudes. Como profe de esa cosa llamada poesía y desde Los Angeles, no quería pasar sin mandarte ese mensaje. Atte. JJPM
Increible blog. Desde la distancia del tiempo no puedo evitar decirlo.
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